Lucas 14.16-23
¨Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa¨
El señor cuando usaba una parábola, lo hacía con la intención de hacer reflexionar a los oyentes, usando lo natural para ilustrar lo sobre natural.
En esta oportunidad usa la figura de una cena para ilustrar el la importancia del compromiso con el reino de los cielos.
Hay aquí cinco cosas importantes que aprender de esta parábola:
- Cuando Dios te llama es porque todo ya está listo
Dios nunca nos llama para hacer un ensayo con nosotros a ver si somos capaces, él sabe que si podemos, aunque pensemos que no es asi.
Moisés pensó que no podía porque era tartamudo.
Jeremías pensó que no podía porque era niño, pero a ambos, Dios les dijo: tu si puedes porque yo digo que si puedes.
- Ninguna excusa es válida
Hay tres excusas en este pasaje.
- He comprado y tengo que ir a ver.
- He adquirido cinco juntas de bueyes, tengo que ir a probar.
- Me acabo de casar y no puedo ir.
Pudiéramos pensar que el señor es incomprensivo, sobre todo con el que se acababa de casar.
Pero la respuesta de esto está en el versículo: 17. Ahí dice, que ellos ya habían sido convidados de antemano; entonces, ya existía un compromiso preconcebido, que ellos no respetaron, todo sabían que ese día tenían un compromiso con el señor de la cena, así que podía hacer otro compromiso.
- La bendición que Dios te dio, es lo que te impide servirle
A menudo le estamos pidiendo a Dios que nos bendiga, le pedimos casa, carro, dinero etc. Pero una vez que Dios nos bendice; entonces nos enamoramos de la bendición y nos olvidamos del que nos dió la bendición.
Nunca te enamores de la bendición, enamórate de Dios, y siempre debes está dispuesto a la voz del que te llamó.
- Dios es el que capacita
- Corintios: 1: 26- 28.
Dios dice que el escoge a lo necio para avergonzar a los sabios; entonces aquellos que si estaban entrenados, para quienes fue preparada la cena, y tenían todas las condiciones para participar de ella, no le dieron importancia, no quisieron venir, encontraron otra cosa más importante que hacer; entonces Dios mandó a buscar a los que no estaban preparados, pero si dispuestos.
Tu lo único que tienes que hacer, es estar dispuesto, vas a sustituir a los que están muy preparados, pero no quieren servir a Dios.