Romanos 12:18-19
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos.”
El apóstol Pablo, en el texto de hoy, nos da una orientación sobre la importancia del mantenimiento de la paz. Nos recuerda que la paz debe ser una de las características de los que caminan en Yahshua, porque siguen a un Dios de paz. La frase “en cuanto dependa de vosotros” nos advierte que nuestro llamado es a agotar todas las formas posibles de cultivar y mantener una relación de paz con todos.
Hay un costo en poner en práctica esta exhortación, pues dentro de nosotros, cuando hemos sufrido y sido dañados por otros, hay una indignación para exigir que se corrija el mal que se nos ha infringido. Es en este contexto que comenzamos a luchar con el deseo de venganza. Esta sensación instalada quiere que la otra persona sufra algo similar o peor que lo que nosotros hemos experimentado. Este sentimiento, alojado en nuestros corazones, es finalmente provocado por un espíritu afectado.
Pablo nos exhorta a entregar todas estas situaciones en las manos de Dios, porque Él es quien defiende la causa de sus hijos y juzga correctamente todos los elementos que conformaron la situación en las que fuimos dañados y nos da el discernimiento del camino correcto a seguir. Cuando tenemos el valor y la confianza de dejar cada situación en las manos del Señor, estamos entregando nuestro corazón a Su paz inalterable y duradera, y estamos por consiguiente, afirmando que Él sabe lo que necesitamos y lo que es mejor para nosotros.