Isaías 43:16, 25
“Así dice el Señor… Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”
A menudo pensamos que podemos solucionar todo con “pasar la página”: sí, me equivoqué, pero a partir de ahora lo haré mejor. Sin embargo, ¿podemos borrar el pasado esforzándonos en hacer bien las cosas en el presente? ¡Imposible! Nuestros días se inscriben ante Dios como en páginas colocadas unas tras otras, en las que una única mancha salta a la vista y ensucia todo. Por cierto, ¿existe una sola página sin mancha?
Pero lo que es imposible para nosotros, Dios puede y quiere hacerlo: “Si vuestros pecados fueren como la grana (rojos), como la nieve serán emblanquecidos” (Isaías 1:18). “Mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Yahshua, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11). “La sangre de Yahshua su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).