Josué 6:4
“Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas.”
Josué enfrentaba una encrucijada crucial y uno de los momentos más importantes de su vida. Confiando en la promesa dada por el Señor de un éxito contundente en la batalla de Jericó, sabía de antemano el resultado, pero al aproximarse el día del combate, necesitaba una estrategia específica para obtener la victoria. Probablemente, lo que escuchó al Señor decir, una parte mostrada en el versículo de hoy, debió haberlo dejado boquiabierto.
Puede uno imaginar la gran confusión que invadiría a los soldados al escuchar que debían llevar a cabo esta poco común estrategia de batalla. Sin embargo, en momentos de duda como estos, es que vale la pena recordar que la voz de Dios se sobrepone a la nuestra y a nuestras convicciones dándonos el mejor camino a seguir es la obediencia al Padre pues él es dueño de toda la sabiduría.
La victoria sobre Jericó la obtuvieron ese día Josué y su ejército gracias a que no usaron su racionamiento humano, sino que decidieron confiar en el que los había enviado.