Proverbios 24:6
“Porque con ingenio harás la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria.”
La sabiduría es capaz de producir en nosotros una fortaleza emocional capaz de darnos la fuerza suficiente para afrontar las luchas de la vida, independientemente de la cultura intelectual que tengamos.
Hay personas dotadas de una impresionante capacidad intelectual, pero que no son sabias para la vida, otras carecen de cultura, pero son sabias en sus palabras y acciones. ¿Cuántas personas así conocemos, de un modo u otro?
El escritor sagrado, en el texto de hoy, destaca la capacidad del sabio para tomar decisiones, esto es fundamental y productivo; pero su gran habilidad es saber escuchar, reflexionar y reevaluar sus decisiones anteriores, haciéndolas más productivas, a partir de los cambios.
Esta capacidad toma la proporción de una guerra (imaginada en la experiencia de su tiempo), algo grande y capaz de involucrar a una multitud de personas.
Cada consejo escuchado y meditado puede convertirse en una oportunidad de cambio, además de reforzar nuestra propia estructura emocional, porque crecemos cuando somos capaces de recibir, absorber y aplicar los consejos.
La sabiduría es algo que puede llenarnos, pero no ocupa un lugar en nuestro corazón. Así, siempre podemos absorber más y producir más y mejores acciones. Feliz es quien ve en cada consejo la oportunidad de evaluar sus conceptos y de aprender más de la vida y sobre la vida.
Si la sabiduría es capaz de hacernos vivir mejor en este mundo, la sabiduría adquirida en Dios es ciertamente capaz de hacernos vivir mejor junto a Él.