Proverbios 24:1-2
“No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos; Porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan sus labios.”
Muchas personas tienen una idea equivocada sobre la Biblia, sobre los efectos de su lectura, sobre los resultados de sus enseñanzas; esto ocurre, sobre todo, porque la conocen poco y la relacionan con los textos complicados y mal interpretados por sus propios divulgadores.
Pero este compendio literario es capaz de proporcionarnos una gran cantidad de consejos, independientemente de su naturaleza espiritual, que tratan de la relación entre Dios y sus siervos.
La Biblia es un libro de sabiduría, escrito y seleccionado (por la acción del Espíritu Santo) para dar a sus lectores una opción de conducta correcta y sana. Incluso aquellos que no profesan la fe cristiana en su amplitud encontrarán orientación y sustento para las más variadas luchas de la vida.
En el versículo de hoy, el escritor sagrado nos previene contra un sentimiento que, ante las luchas, puede acechar nuestro corazón: la indignación al ver que personas sin escrúpulos ni valores logran mejores resultados en la vida que los nuestros.
Las acciones de estas personas son fruto de un corazón que no tiene amor ni misericordia, que sólo busca sus propios intereses, y para ello, mienten, roban y engañan. No hay nada bueno en ellos, ni en estar cerca de ellos.
La distancia es la mejor actitud, y la búsqueda de la sabiduría en Dios, la fuente de crecimiento.