Tener un carácter perseverante requiere de valentía y mucha fe, rendirse es fácil, sobre todo si tenemos argumentos de sobra para sustentar el desanimo producto de los difíciles procesos a los que no estamos exentos.
En la palabra del Eterno, nuestro Padre Celestial nos insta a avanzar sin importar las dificultades, pues su promesa es que nos respaldara en todo momento y jamás nos abandonara.
Cada proceso o dificultad tiene propósitos escondidos que buscan hacer crecer a la persona así como ayudarle a alcanzar madurez.
Si sientes ganas de rendirte pero a la vez deseas tener fuerzas para seguir avanzando, ora a Dios todo poderoso que está en el cielo siguiendo esta hermosa oración:
Oración:
Amado Padre ayúdame a sostener mi carga y no dejes que mis pies se detengan, quiero ser fuerte y valiente para conquistar la tierra prometida que has puesto delante de mis ojos, guíame en medio del camino y no me sueltes jamás.
Háblame a través de cada acontecimiento y dame serenidad para no perder nunca el enfoque y tampoco dejar a un lado la obra que me has encomendado. Amén.