2 Crónicas 7:13-14
Si Yo cierro el cielo, para que no haya lluvia; o si ordeno langostas devorar La Tierra; o si mando una epidemia de enfermedad entre mi pueblo ;entonces, si mi pueblo, que lleva mi nombre, se arrepienten, oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus caminos perversos, Yo oiré desde el cielo, y seré misericordioso a sus pecados y sanaré su tierra.
La gran promesa de Yahweh para cada uno de Sus hijos está referida a la salvación.
Esta gran promesa de salvación es gratuita porque por Su gran Misericordia y Amor desean y quiere el bien para nosotros.
Sólo nos exhorta a través de las instrucciones y preceptos que Él escribió y también lo ordenó a través de los Profetas que Él escogió y designó, para que estuviera a nuestro alcance como es la Torah, y de esta manera nos sirviera de guía en este mundo mientras Él viene en segunda oportunidad para nuestro rescate. (Juan 5:24 / 1 Juan 5:11-12 / 2 Corintios 9:8).
Oración:
Gracias te damos Padre Celestial, por Tú gran Misericordia y Amor para con nosotros Tus hijos.
Te pedimos que nos des cada día discernimiento, entendimiento, sabiduría y obediencia, para que podamos afianzar nuestra creencia en Ti. Que cada día abramos nuestro corazón para recibirte (Apocalipsis 3:20), para invocarte en todo momento (Romanos 10:13), para tener presente que verdaderamente somos hijos Tuyo (Romanos 8:16) y no olvidar que sin Ti no tendremos vida (1 Juan 5:11-12) y que sobreabunden en nosotros Tu gracia y tengamos buenas obras (2 Corintios 9:8).
Amén y Amén!