Proverbios 10:22
“La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella”
A veces nos preguntamos porque Dios no responde o demora en traer una solución a lo que anhelamos. A veces la espera trae desesperación, duda y hasta molestia. Pero la verdad es que para Dios el tiempo es la diferencia o no entre ser bendecidos con cada una de las cosas que nos otorga.
Es como que un niño de 5 años le pidiera a su padre un vehículo en cada navidad, y siguen pasando los años y todavía no llega ese vehículo que tanto desea, hasta ha dudado si su padre realmente lo ama o si le interesan sus deseos.
Pero la verdad es que el Padre solo está esperando la edad adecuada para que ese carro sea de bendición, si se lo entrega ahorita no sería sino una desgracias y además no sabría aprovechar todos los beneficios de un vehículo y en definitiva no sería una bendición.
Ahora mismo muchos nos encontramos como ese pequeño anhelando su vehículo y preguntándose porque aun no llega. La verdad es que hay un tiempo para todo. La bendición de Dios no demora, llega en el momento preciso.