Proverbios 28:25
“El altivo de ánimo suscita contiendas; Mas el que confía en Yahveh prosperará.”
El verdadero éxito, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, no es el equivalente a la riqueza o la fama, ni significa vivir sin problemas. El verdadero éxito es tener la profunda convicción de que Dios está presente, a pesar de las circunstancias, y actuará en el momento oportuno, para tu bien. Es saber que todo lo que tenemos es dado por Dios, que muchas veces a pesar de ser sus caminos son diferentes a los nuestros, son ellos siempre de bien, y que en los tiempo que Él disponga para moldearnos y transformarnos, obtendremos la victoria que esperamos.
Y es que el éxito para aquel que escoge vivir la vida del Señor, es saber que en Él tenemos un plan, y nunca dejar ese plan. Es confiar en que Él tiene un buen futuro reservado para nosotros, sin importar cómo se vean las cosas en el momento. Por ello una vida alejada de Dios buscando poseer riquezas pero una existencia vacía, no es una definición de éxito, sino de fracaso.
De allí que es necesario comprender los caminos y el corazón de Dios, vivir en contacto íntimo con Él, tener una profunda paz interior y confiar en que Él tiene la respuesta a todas tus preguntas. Dios tiene mucho más para tu vida. Y cuando te entregas s a Él, eres objeto de sus bendiciones y entonces, sí, logras el verdadero éxito