1 Samuel 15.22-23
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Yahveh tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Yahveh? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Yahveh, él también te ha desechado para que no seas rey.”
Existen ocasiones donde nos preguntamos qué debemos hacer para no fallarle al Eterno, sin darnos cuenta que Él siempre es muy claro en sus instrucciones desde el principio, escuchar su voz y no apartarse de su instrucción ni a la derecha, ni a la izquierda (Deut. 10:12-13), pues la mismo palabra nos muestra las graves consecuencias de ir en caminos opuestos a lo demandado por Él (/ 1 Sam. 15:23).
Como pueblo escogido del Eterno, la actitud de Saúl en éste capítulo, debería alertarnos e instarnos a recordar, para poner en práctica todos los principios ministrados en nuestra casa de acuerdo a la bendita Toráh. Si bien es cierto que nuestro Dios se agrada de nuestras ofrendas y sacrificios, para Él es mucho más placentero que sus hijos le sean obedientes.