Salmo 127:1-4
“Si Yahweh no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; si Yahweh no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño. He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.”
Yahweh es nuestro reposo, el Shabbat que nos hace vivir en Paz y gozosos en tiempos de angustia, activemos un código espiritual que nos está entregando en este timpo, reposar en El en tiempo de aflicción y de prueba, y así nuestra Casa no quedará edificada en vano.
Cómo podemos entrar en su reposo? A través de la intimidad con El, orando, meditar de día y de noche con corazón de agradecimiento, en Shalom, entendidos de que para los que le amamos todas las cosas nos ayudan a bien conforme a su Propósito y que tenemos la Victoria garantizada durante este tiempo de juicio, pero que como hombres y mujeres conocedores de la Torah estamos llamados a interceder por aquellos que aún no le ha sido revelada y que la misericordia del Eterno los alcance.
Debemos invocar su nombre, cumplir sus mandamientos, mantener nuestro altar encendido y en todo tiempo de juicio El nos sostendrá con su diestra, renovará nuestra fuerza como el águila.