Joel 3.9-11
“Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Yahweh, a tus fuertes.”
Es tiempo de estar sumergidos en la biblia, estar despierto en el Espíritu, recordar las profecías que se han entregado a los pueblos; la voz del Padre Eterno se escucha a través de los Profetas Santos, y existen pactos que El Padre nunca dejará de abrazar.
En la palabra de Joel vemos que hay una profecía donde YWHW declaró un juicio a las Naciones para poder restaurar de la cautividad a Yahudah y Yahrushalayim, son muchas las promesas en la palabra de Dios dónde se habla como YHWH recogerá a su pueblo de los Goyim, El nunca abandonará a su heredad.
Es tiempo de tener identidad, saber de dónde venimos, donde estamos, hacia donde vamos y quién nos creó, quién es nuestro Padre desde el inicio del mundo, que TODOS somos iguales, desde los reyes hasta el más débil, reconocer que sin El somos nada, que fuimos creados a semejanza de Él y nos dio autoridad sobre toda las cosas, sin embargo sin El somos nada.
Cuando entramos en ese nivel que El Padre nos está llevando en este tiempo, podemos despertar nuestro Espíritu y entender el mensaje que El nos está entregando, y parte de ellos es ser personas santas, apartada, consagrada y entendida en sus Mandamientos y que la obediencia nos trae la bendición y cobertura esperada.