Efesios 44.22-24
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
El cerebro humano es tan complejo que puede procesar miles de ideas al día, de hecho estudios científicos revelan que diariamente podemos llegar a tener alrededor de unos 60.000 pensamientos.
Si reflexionamos sobre ello, nos daremos cuenta que, queramos o no, estos influyen en cómo nos sentimos, y al final son los que condicionan la forma en qué actuamos.
Es por eso que, algunas personas son exitosas y prósperas con la capacidad de ver oportunidades o soluciones en cualquier circunstancia de sus vidas, mientras que otras, son cautivas a las limitaciones de su mente así como el elefante cuando es criado en cautiverio.
El ser humano mal invierte casi el 90% de su tiempo en pensamientos negativos y esto genera esclavitud en la vida de la persona. Por este motivo La Palabra se hizo carne (Juan 1:1,14), no solo para entender nuestras debilidades sino también para proclamarnos su palabra y traernos libertad sobre toda cautividad mental.