Salmos 7.28
“Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Yahweh el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.”
No hay nada mejor que estar en la presencia del Eterno, Su presencia, protección y cobertura es lo que nos mantendrá con una meta firme, nos capacitará en discernimiento, concentración y enfoque, sin embargo, hay quienes cuando pasan por un proceso se alejan del Eterno y dejan de servir, aunque realmente las pruebas más allá de alejarnos y estancarnos son para acercarnos más a Su presencia y hacer que avancemos. La perseverancia es lo que nos dará la victoria.
Nuestros hermanos del pueblo de Yisrael lo vivieron, y los registros en el biblia nos traen evidencias de ello. El propósito del Eterno era que el pueblo no se detuviera, por eso no les faltaba luz ni de día ni de noche (Exodo 13:21).
Si decidimos caminar bajo Su nube, la cobertura de nuestro Padre Celestial no nos abandonará, por eso, aunque haya situaciones que nos paralicen debemos estar conscientes de ello y obligarnos a avanzar, pues las pruebas son temporales, hay promesas y galardones para aquellos que permanecen confiando y deciden avanzar a pesar de las circunstancias.