Santiago 1.12
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Cuando perseveramos ponemos en práctica la fe, se puede decir que una va de la mano de la otra, un ejemplo de fe y de perseverancia es Yosef, quien fue envidiado y vendido por sus hermanos, encarcelado por las calumnias de la esposa de Potifar, pero nada de esto lo detuvo, mantuvo su emunah intacta y estando en la cárcel vio la oportunidad de salir de allí (Bereshit/Gen 40:14), aún en la situación en la cual se encontraba y haciendo uso del don que YHWH le dio no se desenfoco.
Pero si nos esforzamos seremos grandemente recompensados Avraham Avinu entendió este punto y decidió caminar con su mirada puesta en los cielos, renuncio a su tierra y su parentela por una mejor y más grande herencia.
Moisés renuncio a los placeres terrenales que le ofrecía Egipto y prefirió ser maltratado con su pueblo, ambos perseveraron en mantenerse apartados para nuestro Padre celestial y aun hoy son muestra de que se puede vivir una vida en santidad poniendo nuestra mirada en los asuntos celestiales y no en los terrenales. Con la plena confianza y certeza que obtendremos recompensa por nuestra fe.