Gálatas 4.1-2
“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.”
En el tiempo de la esclavitud los esclavos tenían solo deberes, no tenían derechos, dependían de sus amos. El Apóstol Pablo hace la comparación entre ellos y un menor, pues un menor tampoco puede depender de sí mismo sino que debe tener un administrador, ya que no puede ejercer sus derechos de una manera consistente. Muchas veces peleamos con el Eterno, porque ha transcurrido el tiempo y no ha sucedido en nuestras vidas lo esperado y pasamos meses, semanas, días, en esa lucha. Pero no es sino en el lugar y el tiempo señalado por el Eterno cuando veremos materializados nuestros sueños, solo debemos enfocarnos en madurar y desarrollar discernimiento para que cuando el tiempo llegue no lo dejemos pasar.