Juan 14.12
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
El fracaso forma parte del proceso de formación, el Eterno va a permitir situaciones para probar de qué estamos hechos y qué tanto estamos dispuestos a dar por amor a Él.
El fracaso es una condición temporal en la cual debemos visualizar los errores y aprender de ellos y buscar el consejo de los ancianos y seguirlos para estar capacitados para toda buena obra y hacer cosas mayores de las que nuestros antepasados hicieron.
Así como el rey David, pasó por procesos para su formación, antes de serle entregadas grandes responsabilidades y llevarlo a gobernar, la voluntad del Altísimo, en este tiempo, es que gobernemos conforme a sus pensamientos (Toráh), para ello debemos aprender a superar los fracasos, abandonando la soberbia y el orgullo que nos aleja de Dios, esto nos permitirá desarrollar la humildad, fortaleciendo nuestra relación con Él porque podremos escuchar su voz más de cerca.