1 Corintios 9.24-25
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.”
Toda disciplina es buena y aunque duele cuando se está aplicando, y no se disfruta; después produce fruto de paz para aquellos que han sido entrenados por ello, así que un ganador NO se rinde, nunca deja de intentarlo porque confía que su Dios lo ayudará a vencer los obstáculos hasta llegar a la meta, mientras un fracasado nunca gana.
Así como todo atleta que está en entrenamiento se somete a una estricta disciplina, y lo hace sólo para ganar un trofeo, cuanto más nosotros que lo hacemos para ganar una corona que durará eternamente. No nos cansemos o molestemos por la disciplina aplicada, ella nos ayuda a obtener la victoria y bendición.
