Isaías 41:10
“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”
El miedo es el sentimiento más extremo que puede experimentar un ser humano: puede o bien, paralizarte de tal manera que no puedas reaccionar y te pierdas en la angustia y la incertidumbre o puede estimular en ti la motivación para confiar en que El Señor te sostiene y te dará la salida al final.
Muchos de los que piensan que tienen fe en Dios en realidad están dominados por los temores y las dudas, Abrumados por las circunstancias de la vida, esclavos de la incertidumbre del futuro o presos por los errores cometidos en el pasado. ¿Lo está usted? ¿Hay algo que le ponga nervioso hoy? ¿Se trata de algo que teme que nunca logrará o recibirá?
Entender la fe genuina quiere decir darse cuenta de que Dios quiere proveer lo mejor para usted y no permitirá que se le pierda conforme camina con Él (Hebreos 11:6) Sin embargo a veces lo que Dios percibe como lo mejor para usted es diferente de lo que usted mismo piensa. Aun así anímese el que le creo, a fin de cuentas sabe lo que en realidad le dará satisfacción a su alma incluso mejor que usted
Así que deje a un lado eso que teme que nunca tendrá o logrará, Él es fiel para proveer y si Dios no le da lo que su corazón en el presente desea, se debe a que él tiene planeado algo mucho mejor.