Salmos 130
Desde lo más profundo te invoco, Señor. ¡Señor, oye mi voz! Estén
tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. Si tienes en cuenta las culpas,
Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas
temido. Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera
al Señor, más que el centinela la aurora. Como el centinela espera la aurora, espere
Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en
abundancia: él redimirá a Israel
de todos sus pecados.
Salmos 1:1
¿Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores.
Salmos 139:13
Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre.
Salmos 37:4
Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón.
Salmos 46:10
Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
Salmos 127:3
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre.
Salmos 23:1
Salmo de David. El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará.
Salmos 19:7
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.