Eclesiastés 9:10
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”
Amados, existen personas que pasan la vida sin tomar actitud en ningún sentido a causa de emociones negativas, ellos se la pasan, llorando, murmurando, reclamando, preocupándose, por estar envueltos en proyectos que no edifican, esperando que las cosas ocurran de la nada, esas personas que solo hacen un gran nada, convirtiéndose en una carga para todos, evocando pena, intentando victimizarse.
El versículo bajo estudio, nos invita a realizar las actividades que tengamos oportunidad de llevar a cabo, aplicando actitudes correctas, atrayendo la admiración de los demás, dando el buen ejemplo, según nuestras capacidades, tiempo, ritmo, entienda que después de Dios, la persona más importante en su vida es usted mismo, y el responsable de sus decisiones, por duro que parezca, realmente nadie le dará nada sino usted mismo.
Por tanto, deje de esperar que alguien venga a darle algo, su éxito viene de su fe en Dios y sus propias acciones para mejorar. En este sentido, actuemos aprovechando la vida para desarrollar nuestros proyectos edificadores sabiamente de forma continua para que el mejoramiento sea mayor cada vez.