Salmos 32:8
El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.
Salmos 93:4
Pero el Señor, en las alturas, se muestra poderoso: más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más poderoso que los embates del mar.
Salmos 37:5
Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará.
Salmos 94:22
Pero el Señor es mi protector, es mi Dios y la roca en que me refugio.
Salmos 34:5-7
Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos.
Salmos 4:8
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.
Salmos 61:1-3
Oh Dios, escucha mi clamor y atiende a mi oración. Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece; llévame a una roca donde esté yo a salvo. Porque tú eres mi refugio, mi baluarte contra el enemigo.
Salmos 85:10-11
El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia. De la tierra brotará la verdad, y desde el cielo se asomará la justicia.
Salmos 7:10
Mi escudo está en Dios, que salva a los de corazón recto.
Salmos 131:3
Israel, pon tu esperanza en el Señor desde ahora y para siempre.
Salmos 24:1
Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan.
Salmos 8:2
Por causa de tus adversarios has hecho que brote la alabanza de labios de los pequeñitos y de los niños de pecho, para silenciar al enemigo y al rebelde.
Salmos 51:6
Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría.
Salmos 2:8
Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!.