Génesis 45.4-5
“Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.”
Aunque para Yosef no fue sencillo volver a ver a sus Hermanos, El Eterno ya le había dado discernimiento y lo había capacitado para que pudiera entender que todo lo que había permitido tenía un propósito que debía ser cumplido.
A veces nos encontramos luchando contra los gigantes que Yahweh nos pone delante sencillamente, porque Él quiere enseñarnos; quiere que estemos maduros para enfrentar cualquier situación más adelante. Entender que las cosa son temporales y que uno está de pasada es clave para tener éxito y superar cada situación, teniendo en cuenta el futuro de nuestra generación y las bendiciones que podemos dejar para ellos, aprovechando al máximo lo que podamos sembrar. Sabiendo que las cosas son temporales, solo tomemos ventaja de cada una para madurar.