Efesios 4:1-2
“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor.”
Amados, ocurren situaciones dentro de nuestra vida que son capaces de hacernos felices y otras que al contrario mueven nuestras emociones en otro sentido. La idea es controlar el efecto que estas situaciones causan en nuestro desenvolvimiento, no como piensan muchos que dicen que entre cristianos existe el deber de tolerarse las fallas, usando frases como colocar la otra mejilla, sino siguiendo simples reglas de conducta, con las cuales podemos purificar nuestras actitudes resultantes de tal hecho e igualmente ser ejemplo para los demás.
El versículo de hoy indica que, aunque existan situaciones que nos alteren excesivamente, debemos mantener una postura apropiada, obrando con sencillez y afabilidad, pudiendo contribuir a aligerar la carga de nuestro prójimo en un vínculo de amor, porque al hacerlo reflejamos el amor que Dios nos otorga.
