3 Juan 1:2
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
Amados, primero que todo debemos identificar que Dios reconoce como sus hijos, a aquellos que siguen el ejemplo de Yahshua, cuando obramos conforme a sus enseñanzas, sus actitudes, sus comportamientos, siendo acreedores de la justificación que él pago en la cruz. El deseo de Dios para todos sus hijos, es que andemos por el camino de bendición, irradiando la presencia del padre en nuestras vidas.
El versículo de hoy, nos muestra claramente, que Dios desea que seamos prósperos, saludables, pero para lograr eso, debemos fortalecer nuestra alma dándole crecimiento mediante la práctica de actividades espirituales, como el ayuno del pecado, la oración, alabando glorificando al padre, siendo obedientes a las palabra bíblica, esta es la ruta que nos aleja de los ataques negativos del enemigo, nos permite desmontar todas las estrategias de tentación, y ello nos llevara a la prosperidad vital, como lo desea Dios.