2 Timoteo 1.9
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Yahshua antes de los tiempos de los siglos”
Una de las cosas que debemos tener bien claras es que nuestro Padre Celestial hace todas las cosas según el designio de Su voluntad. Lo que era, lo que es y lo que será ya estaba determinado aun antes de la creación del mundo.
El ser humano ha sido escogido para formar parte de Su plan, no porque fuera bueno, sino por su propio propósito; de manera que cada evento que sucede está en consistencia con lo que Él ha determinado y decidido.
El hombre es sólo un elemento más de la creación por lo que no le corresponde cuestionar ni dudar de lo que Yahweh hace, sino someterse a su completa y bendita voluntad y aprender a vivir con Fe en el Padre a través de una relación personal con Él. Hacer lo contrario sería rebelarse en contra de la voluntad del Eterno y la rebelión es una de los pecados más peligrosos y abominables delante de los ojos de nuestro Dios.