Romanos 1.23-25
“y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.”
Cuando negamos la presencia de Dios en nuestras vidas y todas las bendiciones que nos ha entregado caemos en idolatría, pues en ese momento comenzamos a contemplar nuestros talentos, habilidades y además a exaltarlos como si ellos fueran los merecedores de nuestro agradecimiento.
El hombre muchas veces hace de su trabajo, del dinero, de la familia sus ídolos, y se olvida que todo lo que tiene viene del creador y a él volverá, así como también lo aremos nosotros.
Todos vamos a comparecer ante un tribunal divino y allí rendiremos cuenta de nuestras acciones en esta tierra. Sin embargo tenemos oportunidad de arrepentirnos y cambiar de dirección dejando de hacer lo malo, abandonando la idolatría, aunque para eso debemos reconocer que somos soberbios y arrogantes, solo YHWH quien es Justo y nos perdona, nos limpia de tanta maldad para volver a ver Su rostro.