Salmos 28:9
“Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre.”
Nada está perdido si lo ponemos en las manos de nuestro creador, todos y cada uno de los habitantes de la tierra somos creados por él con gran propósito y aunque nos desviemos de ello nos permite rectificar a través de su perdón y amor.
Es importante clamar y poner a las familias y al pueblo entero en las manos de Dios para que sea el guardando y protegiendo cada región y personas que allí habitan.
Oremos por la presencia de Dios en nuestras vidas y por su sustento continuo en nuestras luchas.
Señor, que tus grandiosas bendiciones nos encuentren en cada paso que damos. Que el sustento que nos brindad Tu continua presencia en nuestras vidas permanezca, para fortalecernos en las batallas y en las adversidades que se posen en los caminos que tendremos que recorrer conforme a Tu voluntad.