Isaías 5.7
“Ciertamente la viña de Yahweh de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.”
1.- Los frutos deben ser buenos y que perduren. (Vers.
1-3)
2.- Estar lleno del Espíritu Santo y no ser uvas silvestres que se alimentan de
culturas paganas. (Vers. 4-5). ¿Qué hay en tus pensamientos y corazón? De lo
que te alimentes así será tu Espíritu.
3.- Yahweh espera que su pueblo obediente a Su palabra, practique la santidad y
esté dispuesto a dar testimonio de su confianza en Dios (Vers. 6) para que no
seas invadido por la desobediencia.
4.- Tener la identidad firme como su pueblo, para tener derecho a las promesas
y heredad de nuestro padre.
A lo largo del tiempo lo único que ha prevalecido es la palabra del Eterno, y si no estamos seguros de la identidad que tenemos o, a qué nos llamó El Eterno, estaremos débiles, provocando dar frutos de engaño, injusticia e idolatría en lugar de dar testimonio a los que nos rodean.