Oseas 6.4-6
“Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución. Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.”
Esta palabra nos recuerda cuando andábamos fuera de sus caminos en nuestros propios placeres concibiendo y dando a luz pecados e iniquidades que sin conocerlo trascenderían a nuestra descendencia y ellos heredarían maldiciones (v.4) a causa de menospreciar, resistirnos y no amar su bendita palabra (v.5,6).
Luego de ver que pisamos fondo y que nos encontrábamos en un callejón sin salida comenzamos a valorar lo que alguna vez escuchamos del Señor y es cuando queremos volvernos a Él luego de habernos encontrado en una condición de prostitución:
Oseas 6.7
“Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.”
Debido que al no hacer lo que es de Yahweh a quien estamos agradando es a hasatán. Él nos hace recordar de donde nos ha sacado para que nosotros podamos valorar cuanto amor incondicional Él ha tenido para con nosotros.