Salmos 127:3
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre.
1 Samuel 1:26-28
Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR. Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice. Por lo cual yo también lo he dedicado al SEÑOR; todos los días de su vida estará dedicado al SEÑOR. Y adoró allí al SEÑOR.
Proverbios 22:6
Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
Salmos 127:3-5
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos {tenidos} en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.
Marcos 10:13-16
Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Salmos 8:2
Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido {tu} fortaleza, por causa de tus adversarios, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Mateo 19:14
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Marcos 10:16
Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos