Hechos 16.25-26
“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”
Pablo sin duda es el más grande de los apóstoles, su ministerio fue asombroso y muy influyente entre los creyentes ganando muchas almas para el reino de los cielos. Cuando fue lleno del espíritu santo y bautizado, fue llevado por Dios por tres años al desierto y lo sumergió a enseñarle los misterios que luego él escribe, el estaba sediento por predicar y enseñar a otros. De pronto inicio un viaje para ir a Asia, pero el espíritu le revelo que no era hacia Asia que debía ir sino a macedonia
Allí el entendió que no debía ir hacia donde él quería, sino a donde el espíritu le enviaba, de allí el éxito y los eventos sobrenaturales de lo que ocurrió en aquel lugar, como a través de su cantico las cadenas cayeron. Lo que le dio a pablo autoridad en aquella cárcel es que se encontraba en Macedonia obedeciendo la voluntad del Padre. El estaba dentro de la voluntad de Dios y por eso todo lo que hacía prosperaba.
Cuando caminas bajo la dirección del espíritu santo no hay quien te detenga.