Romanos 13:8
No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amarse unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
1 Timoteo 5:8
Porque si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, niega la fe y es peor que un incrédulo.
Lucas 16:11
Porque si en el manejo de las riquezas injustas ustedes no son confiables, ¿quién podrá confiarles lo verdadero?.
Proverbios 13:22
Es bueno dejar herencia a los nietos; las riquezas del pecador las hereda el hombre justo.
Proverbios 21:20
Riquezas y perfumes hay en la casa del sabio; en la casa del necio sólo hay despilfarro.
Lucas 6:38
Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos.
Proverbios 3:9-10
Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de tus cosechas. Tus graneros se saturarán de trigo, y tus lagares rebosarán de vino.
Deuteronomio 16:17
Cada uno presentará su ofrenda, conforme a la bendición que el Señor tu Dios le haya dado.
Lucas 21:1-4
Yahshua estaba observando a los ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del templo, y vio que una viuda muy pobre depositaba allí dos moneditas de poco valor. Entonces dijo: En verdad les digo, que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos aquellos ofrendaron a Dios de lo que les sobra, pero ella puso, en su pobreza, todo lo que tenía para su sustento.
Hebreos 13:5
Vivan sin ambicionar el dinero. Más bien, confórmense con lo que ahora tienen, porque Dios ha dicho: «No te desampararé, ni te abandonaré.
Lucas 12:15
También les dijo manténganse atentos y cuídense de toda avaricia, porque la vida del hombre no depende de los muchos bienes que posea.
Filipenses 4:19
Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Yahshua.
Proverbios 10:22
La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza.
2 Corintios 9:8
Y Dios es poderoso como para que abunde en ustedes toda gracia, para que siempre y en toda circunstancia tengan todo lo necesario, y abunde en ustedes toda buena obra.
Jeremías 17:7-8
Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos; echa sus raíces junto a las corrientes, y no se da cuenta cuando llega el calor; sus hojas siempre están verdes, y en los años de sequía no se marchita ni deja de dar fruto».