Juan 10:28-30
“Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.”
La cantidad de años que vive una persona promedio ha disminuido con el paso de los años, en décadas anteriores una persona podría vivir hasta 120 años, de acuerdo a su cultura y hábitos de vida.
Esto ha variado con el paso de los años gracias a la industrialización y la evolución de los tiempos, sin embargo una persona sana puede tener una expectativa de vida hasta de 90 años.
Las personas realizan planes de vida en base a este tiempo, incluso menos pensando que después ya nada ocurrirá. Pero la verdad es que no hay tal cosa que sea cierta, el ser humano fue creado para tener vida Eterna y aunque exista la muerte natural del cuerpo de una persona su espíritu no muere.
Luego de que una persona deja de habitar en la tierra, le espera la Eternidad al lado del creador, esto si durante sus días en la humanidad le conoció y reconoció como su Señor.
Si antes el hecho de pensar en la muerte te causaba tristeza, hoy en día puedes recobrar el ánimo y la esperanza sabiendo que algo mayor de lo que has visto te espera. Solo escoge el camino de la vida, busca a Dios y cree en sus promesas y palabras.