Salmos 91.1-4
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente… Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y protección es su verdad.”
Todas las personas necesitamos sentirnos seguras. En cualquier ámbito que nos desarrollemos buscamos esa cualidad. Los hijos buscan la seguridad y protección de los padres, las esposas seguridad en sus esposos y los empleados seguridad laboral.
La seguridad le produce a la persona una fuerte sensación de estabilidad y paz gracias a que existe la garantía de que algo está por encima de ellos velando por su bienestar.
Pero lamentablemente no a todos se le ofrece tal seguridad ni en sus hogares ni en su medio laboral, ante esto las personas se pueden sentir tristes, desamparadas y desmotivadas. Es aquí donde la palabra de Dios juega un papel muy importante, ya que aunque el hombre falle o no sea capaz de brindarnos lo que necesitamos la biblia dice si habitamos en su presencia el nos cubrirá con sus alas y bajo su mano estaremos seguros.
En esto se reduce el todo del hombre, en que pueda tener del Eterno todo el amor que su paternidad le ofrece y todo lo demás vendrá por añadidura dentro de su entorno. Es tiempo de dejar de desgastarnos buscando en el hombre lo que solo Dios puede ofrecernos en todo su esplendor.