Génesis 32.25
“Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.”
Una noche de batalla llevo a Jacob a obtener una victoria que duro toda la vida. Debemos luchar por lo que Dios nos ha prometido, nuestros sueños y metas.
Antes que Jacob naciera Dios había profetizado bendiciones sobre él y tenía un plan maravillosos para su vida, hay promesas que están condicionadas a nuestra fe y nuestra actitud, es por ello que hay promesas dadas por Dios a las personas que no se cumplen, y nada tiene que ver el padre en esto, pues nos falto tener la actitud correcta para recibir la promesa.
A veces oímos la palabra profética, pero las cosas que comienzan a suceder son contrarias a lo revelado, esto es porque los planes de Dios no encajan en la realidad que vivimos, Dios opera de manera misteriosa y sobrenatural, pero siempre para bien nuestro.
Si Jacob iba a ser tan poderoso se supone que debía nacer primero, sin embargo no es así, al último lo pone de primero y al primero de ultimo, el siempre sabe lo que hace.
Aunque las cosas que estés viviendo no encajen con lo que Dios dijo no te aflijas, espera el método de Dios él sabe cómo va a echar andar el barco, solo mantén la fe y pelea por la bendición.
No te dejes mover por la realidad, déjate guiar por lo que Dios dijo y sus promesas, el tienen múltiples maneras de hacer cumplir lo que promete.