1 corintios 13.13
“Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor, estas tres; pero el mayor de ellos es el amor”
La fe, la esperanza y el amor, son tres tesoros para quienes los posean en sus corazones. Con fe se puede llegar tan alto como lo imaginas, la fe es capaz de hacer posible lo imposible y romper barreras que otros no habían podido atravesar. Dice la palabra que todos nacimos con una medida de fe, es decir, dentro de ti existe una porción de ese don maravilloso el cual puedes desarrollar conforme lo ejercites.
Quien tiene esperanza nunca deja de soñar, mientras muchos tiran la toalla o se devuelven del camino que iniciaron porque no tienen esperanza de poder continuar. La esperanza es como un pequeño rayo de luz en medio de la oscuridad, no todos la pueden ver, pero si te colocas en el ángulo correcto y te tomas fuerte de ella todos a tu alrededor se pueden iluminar con su luz.
Pero si hablamos de amor, hablamos de la esencia misma del Dios viviente, quien es amor y todo lo hace por amor a nosotros. El amor es la fuerza más poderosa, incluso la que fue capaz de Salva al mundo por medio de Yahshua quien entrego su vida por cada uno de nosotros a quienes ama. La falta de amor puede causar destrucción en una persona y en quienes le rodean, es por eso que tener amor será lo más grande que podamos poseer en nuestros corazones.