2 Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Cuan nos sentimos oprimidos, acorralados y atemorizados por alguna situación en particular, es normal que pensemos que no podemos seguir, que no somos capaces o que no lo lograremos.
Es una batalla que se levanta en la mente de los seres humanos y que muchas veces agota y les lleva a rendirse ante las dificultades de la vida.
Muchos de nosotros hemos pasado por allí debido a enfermedades, problemas, dificultades y diferentes procesos que hacen el transitar de la vida difícil. Sin embargo toda crisis tiene una salida, y en eso la palabra de Dios nos alienta a retomar fuerzas y seguir adelante sin desmayar n darse por vencido.
Cada vez que el miedo quiera derrumbarnos debemos recordar cada promesa escrita en la palabra de Dios y que hemos sido diseñados de una manera perfecta sin cobardía, y llenos de poder a través de la fuerza de Dios la cual no se aparta de aquellos que le creen y tienen fe en que el día malo pasara y volverá a reinar la paz y la alegría.