Salmos 40.8
“Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón.”
Cuando una persona se encuentra con Dios y tiene la certeza de escucharle, espera que los que están a su alrededor entiendan el mensaje de salvación que él ha puesto en su boca, sin embargo ninguno está exento de recibir el rechazo y la no aceptación de la gente.
Son cosas que Dios permite para formar el carácter de las personas como su instrumento especial, a mayor prueba, mayor será la fortaleza de su carácter.
No hay forma de detener a alguien que decidió hacer lo que Dios dijo, no dejes que te paren y te detengan, que nadie detenga tu fluir tu llamado y tu compromiso. En el camino de tu cumplimiento, de tu llamado encontraras adversidades y personas que te abandonan en el camino.
Pero Dios te utilizara para hacer señales, para hacer milagros y proezas a través de tu vida. No dejes que nada ni nadie te detenga porque lo que Dios emprendió contigo se va a cumplir. Es tiempo de romper el querer complacer a la gente, debemos hacer todo para la voluntad de Dios porque fue él quien te escogió.