Isaías 56.4
“Porque así dijo Yahweh A los eunucos que guarden mis días de reposo,y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto”
La recompensa de Dios es para aquellos que observan y hacen lo que es justo y bueno ante Él, esto es, cumplir cada uno de sus pactos y mandamientos, abrazarlos firmemente en medio de cualquier temporada sin poner excusas para profanarlos; al hacer esto se desata su salvación, misericordia, piedad, bendición, poder.
Recibiras un nombre honorable que no será cortado, Él nos llevara a su Monte Kadosh (Santo), nos dará regocijo en su casa, prometiendo a su vez que nuestras ofrendas y sacrificios serán aceptados en su altar.
Son muchas las recompensas de obedecer, pero es necesario amarle por sobre todas las cosas primero para no negociar los principios y seguir avanzando hacia su cumplimiento en nuestra vida, casa y descendencia en medio de cualquier vicisitud.
Deuteronomio 6.5
Y amarás a Yahweh tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.