La alabanza y la música es muy importante para el momento de oración, la alabanza nos conecta en la intimidad con el Eterno, nada mejor una adoración hermosa para tener comunión con el creador.
El Rey David adoraba a Dios con canticos mientras tocaba su arpa. En medio de la adoración se rompen las cadenas, se va la tristeza y huye el enemigo. Disfruta a continuación de esta maravillosa adoración y ríndele tu corazón al creador.