Romanos 10:9-10
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.» Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación.
Salmos 32:5
Te confesé mi pecado; no oculté mi maldad. Me dije: Confesaré al Señor mi rebeldía, y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Santiago 4:7-10
Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes.
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! Y ustedes, los pusilánimes, ¡purifiquen su corazón! ¡Lloren, aflíjanse, hagan lamentos! ¡Conviertan su risa en llanto, y su alegría en tristeza! ¡Humíllense ante el Señor, y él los exaltará!
Salmos 69:5
Tú, mi Dios, sabes que soy un insensato; mis pecados no son
para ti un secreto.
Proverbios 28:13
El que encubre sus pecados no prospera; el que los confiesa y se aparta de ellos alcanza la misericordia divina.
Jeremías 3:13
Reconoce que has pecado contra el Señor tu Dios; reconoce que a la sombra de cualquier árbol frondoso te has prostituido con gente extraña, y que no has querido obedecerme. Palabra del Señor.
Salmos 32:3
Mientras callé, mis huesos envejecieron, pues todo el día me quejaba.
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Santiago 5:16
Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva.
Marcos 11:25
Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas.