Hechos 12.6-7
“Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.”
Las profecías de Pedro no le agradaban al Rey, por eso lo metió en la cárcel.
A pesar de que estemos presos por causa del ministerio que llevamos a cabo para el señor nuestros oídos deben seguir abiertos para escuchar la palabra de Dios.
El enemigo cree que al amedrentarnos se secara la revelación y la comunión con el Eterno pero debemos demostrarle que no es así.
Pedro en medio de su batalla no se redujo espiritualmente, sino que se mantuvo conectado con el cielo.
Pedro estaba encadenado y vigilado por dos guardias, no había esperanza para él, su destino era la muerte. Pero de forma inesperada un ángel le visito y cambio su realidad.
Dios todavía tiene planes contigo, esta por sorprenderte a media noche cuando quizás no le esperes. Resplandecerá algo en tu casa y en tu vida en medio de las batallas.