Salmos 25:8-9
“Bueno y recto es Yahweh; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.”
Es muy fácil levantarnos cada mañana, hacer nuestro trabajo, disfrutar de descanso o entretenimiento, y caer en la cama cada noche sin pensar para nada en Dios. Pero ignorar cómo Él nos ha bendecido, guiado, protegido y alertado, es una manera poco sabia de vivir. Pensemos en los beneficios de mantener abiertos nuestros ojos y oídos espirituales todo el día.
Quienes están conscientes de la presencia del Señor en sus actividades cotidianas, disfrutan de la paz de saber que Él tiene siempre el control, y que está actuando para llevar a cabo sus buenos propósitos. Las experiencias de cada día con Él les enseñan a conocerle y a amarle más.
Cuando aprendemos a ver las huellas de Dios en nuestros días, ganamos conciencia de hasta dónde está Él involucrado en nuestras vidas. Quizás Él le ha fortalecido para una tarea, o abierto una puerta de oportunidad. Tal vez guió sus decisiones, o le ayudó a responder de una manera compasiva a una persona difícil.
Si nuestros oídos están abiertos a las advertencias y enseñanzas del Señor, no repetiremos los mismos errores una y otra vez.
Cada noche, antes de irse a dormir, tómese un tiempo para reflexionar en las actividades del día. Dios está siempre con usted, guardándole y guiándole en su camino. El Señor quiere que usted lo vea en todo, y que entienda la vida desde la perspectiva de Él, confiando en su poder y sabiduría para enfrentar cualquier desafío.