Salmos 16:1-3
“Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado…No hay para mí bien fuera de ti”
En público, la mayoría de las personas parecen felices y confiadas. Pero, en el fondo, muchas se sienten vacías. En realidad, se puede estar en medio de una gran multitud y sentirse solo.
Hay una razón que explica la sensación de vacío en la vida: Dios creó al hombre con un anhelo que solo Él puede satisfacer. La persona no puede sentirse satisfecha hasta experimentar el amor transformador e incondicional del Señor.
dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10.10). Es decir, Dios desea que nos sintamos completos; lo cual solo se logra por medio de una relación con Él.
No obstante, una persona salva puede sentirse vacía. A veces es el resultado de la desobediencia; un ligero desvío en nuestro caminar con el Señor puede convertirse después en un estilo de vida.
También es posible que un cristiano viva conforme a la Palabra de Dios, pero no haya rendido totalmente sus deseos a Dios. Por ejemplo, muchos cristianos tratan de llenar su vacío con riquezas, éxitos o relaciones.
Pero cuando a esos deseos se les da mayor prioridad que al Señor, se convierten en una forma de idolatría.
Solamente cuando buscamos a Dios por encima de todo lo demás, podemos vivir en plenitud. Ore pidiendo que Él le dé su dirección para escudriñar su corazón.
Confiésele cualquier pecado o idolatría, y pídale que llene su vida como solo Él puede hacerlo.