Deuteronomio 30.14-16
“Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Yahweh tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Yahweh tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.”
Dice la palabra que por encima de todo, debemos guardar el corazón; porque es la fuente de las consecuencias de la vida. Del corazón manan los buenos y malos deseos es por ello que debemos poner en práctica la palabra de Yahweh a través de los mandamientos que nos santifican. El Corazón puede ser el rector de toda actividad humana, él es engañoso y si le obedecemos nos conduce a emociones incontrolables que no son agradables a Yahweh.
Solo debemos disponer nuestro corazón y caminar en obediencia a su palabra para que esté limpio y puro. A través de la oración diaria pídele a Dios que te de un corazón dispuesto donde el dirija cada unas de tus acciones y actitudes.