“Cuando obedecieres ala voz de Yahweh tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Yahweh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.”
Muchas veces en nuestras vidas hay tanto ruido (problemas)que no nos permite escuchar la voz de nuestro Dios y debemos afinar los oídos para que su palabra penetre al corazón y nuestro espíritu perciba lo que nos quiere decir para llevarnos a lugares altos y celestiales. Esto lo logramos buscándolo con mayor frecuencia y cada mañana con la pasión y el amor que El siente hacia nosotros.
No permitamos que las voces incorrectas nos alejen de la única voz que puede lograr un cambio en nuestras vidas, por ello es necesario que nos apartemos del ruido y nos dispongamos a escucharle a Él. La voz de Dios trae paz, esperanza, soluciones, orientación y mucha sabiduría, sin duda querer oírla te hará lograrlo y recibir las bendiciones que ha preparado para ti.
