2 Corintios 12.10
“Por lo cual, por amor a Yahshua me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”
Es posible que en algún momento de tu vida una mala noticia te haya intimidado y atemorizado. Que nos digan que nos preparemos para lo peor es una de las peores palabras y que además nadie quiere escuchar.
Pero Dios no puede ser intimidado por nada ni nadie, es más, el ve esas situaciones difíciles como un trampolín para demostrarnos su respaldo y hacernos entender que nuestra fortaleza esta en el.
Las situaciones económicas difíciles, las enfermedades, depresiones o cualquier otra dificultad nos debilitan y restan ánimo, pero es allí donde la fortaleza sobre natural del Señor viene a nuestras vidas para darnos la fortaleza de seguir perseverando y alcanzar la victoria.
Si hoy te sientes débil, cansado, perseguido y angustiado, no significa que haya llegado el fin, al contrario es el principio de milagros y de la Glorificación del nombre de Dios en tu vida.
Deja de aferrarte a tus propias soluciones, busca entender lo que no puedes cambiar, y ora por la solución divina de Dios.