Salmos 23:1-3
“Yahweh es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”
Cuan reconfortante puede ser la palabra de Dios en momentos en que todo parece estar en silencio y lo que ven nuestros ojos no es nada alentador. Así como nosotros las ovejas en el campo se enfrentan a terribles situaciones con depredadores, sequía, y enfermedades.
Pero al igual que el pastor cuida a sus ovejas en el campo y las defiende de los peligros y de todo mal brindándoles además provisión, así mismo Yahshua promete ser el buen pastor si decidimos ser parte de su rebaño para hacernos descansar junto a una fuente de agua viva que no nos de sed jamás.
Aunque hayan dificultades podemos estar confiados y fortalecidos por su vara y su cayado que nos infundirán aliento cada día, sabiendo que aunque el camino no sea fácil el va delante de nosotros para hacerle frente a todo mal sin dejarnos solos jamás.
Si el terreno es inestable, árido o cenagoso, el ha prometido hacernos descansar sin tener que salir del camino, solo con su poder divino es posible que podemos alcanzar la plenitud perfecta.